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Y éste famoso dicho popular bien puede ser la
realidad de la política en Argentina.
La traslación forzada de la realidad por parte de
la oposición ¿política?, los medios interesados y los grandes empresarios argento-internacionales,
hacia el gobierno, puede resultar un boomerang que les pegue en el ojo derecho,
el único que utilizan para ver las cosas.
Comencemos por pensar que hasta hace no más de
quince días, todos hablábamos de la corporación de judicial, empresarios y
medios; pero no teníamos bien en claro quiénes eran, que prontuario cargaban y
a quién respondían. Pues bien, hoy estamos todos con los pantalones bajos y el
tuje al sol. El gobierno por sus errores, que los hay, no debemos ser tan
fanáticos; pero también están a la luz los mandantes y cadetes en la realidad
política argentina. Me gustó la frase de Sabbatella: "Los que no pueden
ganar elecciones se encolumnan atrás del Partido Judicial", lo que en
realidad quiere decir, detrás del poder de la información que distorsionan los
verdaderos mandamases del conglomerado anti gobierno, anti política, anti leyes
y defensores acérrimos del derrame de las ganancias para el pueblo y los bienes
a su poder. Pero, no quiero llevarlos a la confusión que los culpables de éste
intento de degradación política es solo de Sanz, Carrió, Solanas, Masa, De La
Sota (ahora el insípido Reutemann), Macri o Juan de los palotes. Ellos son solo
los cadetes –que seguramente tendrán su propina- que ponen la cara y su descaro
para llevar adelante un programa político de retorno al saqueo del país que
lideran los desesperados y angurrientos empresarios a los cuales se les quitó
–y esto es una realidad- un pedacito tan chiquito que la realidad denuncia, que
es casi nada si uno mira los balances de cada empresa.
Y usted dirá, pero como, si les sacaron algo tan
pobre de sus ganancias ¿Por qué hacen esto?
Bien, una cosa es seguir ganando plata; y otra,
definir como se gana, como se designa esa ganancia y cuando la pago, si la
pago.
Una cosa es que éste gobierno haga casi dos mil
escuelas, lo que es bueno y destacado por todos; pero otra cosa es que se hagan
–en su mayoría- con Cooperativas de Trabajo y no con las empresas de
construcción, que siempre cuestan el 30 o 40 % más.
Para darnos una idea, si por cada escuela quedan
de ganancia unos $ 100.000 (cifra al vuelo), imaginen en 2000 escuelas ¿Cuenta
rápida? $ 200.000.000 ¿Qué talco? Supongamos que ese monto se distribuya entre
diez empresarios, es una platita ¿No? Y si a esto le sumamos la cantidad de
material que se desvía de las obras públicas a las particulares de esas mismas
empresas, estaríamos hablando de más de treinta millones para cada tipito. Platita
que nunca estaremos seguro si pagará impuesto como su abuelita, que a veces
deja de morfar un día, para pagarlos. Y si con buen tino, negrean el cincuenta
por ciento, estamos hablando que se llevan unos cinco millones más ¿Vio? Ellos
ganan si las hacen por derecha, pero…
Ahora imaginemos lo de Papel Prensa, Manejo de
hidrocarburos, gas, electricidad, cereales, leche, pollos, huevos, yerba,
azúcar, harina… Se imagina todo esto (y más) sin control del estado. Sin la
rigurosidad del control de pago de impuestos?
Hoy gracias a la desmedida y tan poco seria
operación Nisman, todos sabemos quién es quién y cuántos muertos hay en cada
ropero. Y lo peor para ellos, saben que el gobierno va por más… Y eso, ustedes
y yo lo sabemos, no les gusta para nada.
Por eso, lo que no mata, engorda. Y de
esto, el gobierno sale fortalecido, no por su inteligencia que es mucha, si no,
por lo precario de la manipulación de los hechos, tan pobre política e
intelectualmente, como sus ejecutores. La política es otra cosa; y el gobierno sabe que ellos no la
entienden.